-¡Hola, buenos días! Mickael ¿tienes ya la pieza que necesita la máquina?
-Se está terminando de imprimir. En cuanto la tenga me paso y la instalo.
– Muy bien, ¡gracias!
La conversación que abre esta entrevista se produce a los pocos minutos de estar charlando con Delia Millán, Directora y Fundadora de Fab Lab Cuenca en el espacio y taller que desde el pasado mes de julio inauguraron en la Plaza del Romero.
«Imagínate un taller equipado con nuevas tecnologías y herramientas que permitan a todo el mundo transformar cualquier diseño digital en un objeto real» me explica Delia cuando le pregunto qué es un Fab Lab. El término FabLab significa Laboratorio de Fabricación y son espacios de innovación abiertos a la ciudadanía. -Y cómo funciona: «pues cualquier persona puede usar el FabLab para fabricar casi cualquier cosa. Con Fab Lab Cuenca tienes acceso a una red global de laboratorios locales que favorecen la creatividad proporcionando a los individuos herramientas y maquinaria de fabricación digital. Esto quiere decir que los usuarios pueden aprender a diseñar, a utilizar las máquinas de fabricación digital y a crear prototipos o productos personalizados en el taller del espacio» me responde.
Soy una persona entusiasta, soñadora y apasionada de las distintas maneras de crear.
Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Politécnica de Valéncia. Delia ha trabajado como Investigadora Asociada en la Universidad de Ulster (Reino Unido), dentro del Centro de Investigación de Sistemas Inteligentes, con el Equipo de Juegos educativos y Mundos Virtuales. Es Cofundadora del estudio de videojuegos “Troll inc”, del que fue directora hasta el año 2013. Experta en Fabricación Digital y FabLabs, trabajó como parte integrante de la plantilla de FabLab NerveCentre en Reino unido, como técnica y encargada del laboratorio, participando en la organización y realización en la creación de materiales educativos y herramientas para los usuarios del Laboratorio. Fue representante de FabLab Nervecentre en Estados Unidos para el proyecto “Temple” de David Best.
La idea de traer un FabLab a Cuenca surge por primera vez en el 2012, pero no es hasta el año 2015 cuando se comienza a desarrollar las bases de lo que es el espacio de FabLab Cuenca. «Después de pensarlo mucho decidí juntar mi experiencia con la de un grupo de gente experta en distintas materias como Mickael Pitarresi (Técnico y Encargado de Laboratorio), Daniel Martínez Lucas (Diseñador) y Gabriela Tamarit como Coordinadora de proyectos y comunicación» añade Delia.
Desde entonces y hasta el día de hoy en 2017 han colaborado con distintas Instituciones y grupos de ciudadanos en Cuenca y Castilla-La Mancha, como la Biblioteca Pública del Estado en Cuenca, el centro CRMF de Albacete, el Hospital Nacional de parapléjicos de Toledo o la Consejería de Educación y Cultura de Castilla-La Mancha.
Como participante de los talleres que ofrecieron el curso pasado en la BPE de Cuenca, sé que tuvieron muy buena respuesta, así que le índico que me cuente qué tal su experiencia: «así es, el año pasado lanzamos como primicia en Castilla-La Mancha el ciclo de talleres “Nuevas tecnologías y Fabricación digital” y fue un auténtico éxito. Se apuntó un gran número de participantes que estaban interesados en aprender todo lo relacionado con los nuevos procesos que planteamos. Después del gran interés mostrado por el público asistente en nuestra nueva propuesta de talleres, este año repetimos con el mismo programa para todos los participantes que no pudieron cursar los talleres anteriormente y además proponemos una línea nueva de talleres llamada “Creación Interactiva y electrónica creativa”, para poder ir introduciendo temática complementaria a la fabricación digital, como el trabajo con Arduino o kits de creación electrónica».

Personalmente creo que uno de los puntos más importantes de la biblioteca es el espacio físico entendido como lugar de intercambio que se produce dentro de ella.
Seguimos hablando de bibliotecas, y le planteo a Delia las siguientes cuestiones: si le ve futuro a las bibliotecas y si piensa que siguen siendo útiles en la era de internet y las nuevas tecnologías. A lo que me contesta: «personalmente creo que uno de los puntos más importantes de la biblioteca es el espacio físico entendido como lugar de intercambio que se produce dentro de ella. Éste puede que sea uno de los aspectos más bonitos, valiosos y al mismo tiempo poderosos de una biblioteca, ya que a través de él se puede dar mayor visibilidad social a cualquier tema que se pueda plantear ya sea por los usuarios o por el centro». Y concluye diciendo que «está claro que según pasan los años todo va cambiando, y las bibliotecas entendidas como una herramienta social tienen que ir modificando ciertos aspectos o incorporando ciertas novedades para estar acordes con los tiempos que corren, por ejemplo con internet se abre un nuevo mundo digital en todos los sectores, y las bibliotecas lo pueden usar como una herramienta para poder llegar a más personas incluso sin que éstas tengan que visitar el espacio. Podrán ir adaptándose poco a poco, pero está claro que como servicio social las bibliotecas siempre han sido y serán útiles».
Otro término o concepto del que se está hablando ahora relacionado con las bibliotecas (sobre todo en USA y los países nórdicos) es el de los makerspaces. Nos puedes explicar en qué consiste: «la filosofía maker es un término nuevo que se usa actualmente para describir este movimiento, pero si analizamos un poco las características podemos ver cómo los makers existen desde siempre. Hoy en día a través de internet podemos encontrar una gran comunidad de makers que comparten diseños y conocimiento, comparten cómo fabricar algo, de una manera desinteresada. Este movimiento viene de la mano de otro concepto que es el de la “cultura colaborativa”. Para el desarrollo de una cultura colaborativa es fundamental poder contar con un espacio de intercambio de conocimientos, de colaboración y de nuevas maneras de aprender y de crear en comunidad, de esta manera se puede explicar el término “Makerspace”: un lugar de intercambio de conocimientos con herramientas y máquinas que te permitan crear objetos».
O sea que estamos hablando de un cambio de mentalidad a la hora de producir/consumir. «Exacto», afirma Delia «por eso la filosofía maker y la impresión 3D o el uso de las nuevas tecnologías van de la mano hoy en día, ya que la fabricación digital y las nuevas técnicas de creación combinadas con la inventiva y la idea de “do it yourself“ o “el hazlo tu mismo” se compaginan de una manera perfecta en sitios como los fab lab o espacios maker (como pueden ser las bibliotecas), donde encontramos este tipo de gente con acceso a herramientas.
Hacia dónde nos llevará esta revolución digital que inunda nuestras vidas está por ver. Pero para tener más datos al respecto le pido a Delia que me ilustre sobre nuevos proyectos en los que se está trabajando ahora mismo o que ya se han puesto en práctica: «evidentemente en el campo de la medicina podemos encontrar algunos ejemplos sorprendentes como el uso de la impresión 3D para la creación de prótesis personalizadas».

«En la producción de casas -continúa- hay un movimiento que se llama Wiki house, donde se comparten los diseños para poder replicar distintos modelos de casas. Estos diseños normalmente se fabrican en madera y necesitas una fresadora de gran formato para cortarlos. Ya se han construido puentes; en Amsterdan imprimieron un puente en 3D, fue una empresa local del país, con unos brazos robóticos que podían imprimir en hierro y metal. Estos brazos robóticos podían reproducir formas complejas y moverse en 6 direcciones. La idea era poder mostrar las posibilidades infinitas de la impresión en 3D».
Y termina hablándome de la impresión en 4D y sus aplicaciones en medicina, algo que me deja totalmente sorprendido: «la impresión en 4D se lleva estudiando unos años en distintas universidades y en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachussetts) en Estados Unidos, en concreto el investigador Skylar Tibbits fue uno de los pioneros en apostar por la impresión 4D y hablar de la transformación de los materiales impresos. La impresión en 4D consiste en la creación de materiales especiales que se adaptan al entorno. Son objetos/materiales inteligentes que cambian dependiendo de variables como la temperatura, la humedad o la presión atmosférica, como por ejemplo un material que tenga la capacidad de autorrepararse. Estos nuevos estudios aplicados al campo de la medicina tienen un gran potencial. Imagínate poder tener un material o un tejido que se regenere o que se reprograme para que el paciente se cure».
Por cierto, que antes de marcharme, Mickael le comenta a Delia que la impresión de la pieza ha terminado y que va un momento al local contiguo de Fab LAb Cuenca para instalarla y reparar, de esta manera, la máquina que estaba rota.
Más información en: https://www.fablabcuenca.com/