Bookcamping nació como una etiqueta en twitter en la primavera del año en el que se originó el movimiento 15-M. Todo surgió con un tuit (envíado desde Francia) en el que Silvia Nanclares lanzaba la siguiente cuestión: «Y tú ¿qué libro te llevarías a tu plaza/acampada/bookcamp?» y le añadió el hashtag #bookcamping. Twitter se llenó entonces de respuestas con dicha etiqueta y, con el paso del tiempo, decidieron organizar y clasificar toda esa información en un primer listado.
Entrevistamos a Silvia Nanclares , quien está a punto de publicar su primera novela (en marzo de este año) y a la ilustradora María Castelló (dos de las responsables de la biblioteca) para que nos expliquen su funcionamiento, nos cuenten sus colaboraciones con otras bibliotecas y nos den su opinión sobre el sector editorial.
¿Qué es bookcamping?
Bookcamping es una biblioteca online colaborativa. Es decir, cualquiera puede hacerse un perfil y gestionar desde él listas bibliográficas, añadir referencias a listas existentes, recomendar referencias y guardarlas.
¿Cuántas referencias tiene el catálogo de la biblioteca?
Cuando solíamos contar las referencias estaban en torno a 1.000, pero hace tiempo que no lo hacemos. Nos interesa más la interacción con los usuarios (llamados bookcampers) y los modos de uso que la cantidad de referencias.
¿Cuánta gente colabora con la biblioteca subiendo y compartiendo conocimiento?
No tenemos un registro de usuarias, así que no sabemos muy bien en estos momentos cuántas hay registradas ni cuáles de ellas son más o menos activas.
Este tema es difícil de valorar, podríamos fijar un número de usuarias pero aún así no estaríamos respondiendo a la pregunta de cuánta gente está activa e interacciona con la página. Hemos llegado a contar hasta 700 usuarias pero muchas están dormidas y otras son muy activas, lo que construye la comunidad tampoco es el número.
Aparte de bookcamping, ¿existen bibliotecas físicas surgidas de vuestro proyecto? Si es así, ¿qué actividades desarrollan?
No, no existe una biblioteca física que haya salido de Bookcamping. Existe un colectivo que en los últimos 6 años ha llevado una línea de investigación en torno a archivo, edición y cultura libre, en forma de colaboraciones, talleres, grupos de trabajo, cursos o charlas. Durante un tiempo trabajamos junto a otras personas interesadas que se unieron al grupo de trabajo, en una posible biblioteca para Medialab-Prado, pero este proyecto no llegó a materializarse.

Si no me equivoco, también colaboráis con algunas bibliotecas públicas como la de Salamanca. ¿En qué consiste vuestra participación? ¿Qué acciones lleváis a cabo?
Sí, en concreto hemos colaborado en dos ediciones del festival Inclasificables, que es un festival de editores heterodoxos coordinado por Ginés Martínez que tiene lugar todos los septiembres en la Biblioteca Pública del Palacio de las Conchas de Salamanca. Nuestra experiencia allí ha sido muy buena, nos parece genial que bibliotecas públicas se abran a este tipo de festivales. En la primera edición contamos nuestra experiencia en un panel y en el segundo año dinamizamos un taller de Transmedia con resultados muy interesantes y acompañadas de Virginia López y Rebeca Hernández, dos colaboradoras habituales de Bookcamping.
A nivel general, ¿cómo veis el futuro de las bibliotecas? ¿Pensáis que siguen siendo útiles en la era de internet y las nuevas tecnologías?
Cada vez más creemos en las bibliotecas como lugares de compartir conocimiento, y cada vez menos como repositorios del mismo. Así que entendemos que el futuro de las bibliotecas ha de pasar necesariamente por facilitar ese encuentro entre personas y fomentar el compartir en lugar de el consumir. Las bibliotecas siempre han presentado de alguna manera esta faceta, aunque fuera de forma no reglada, pero sería interesante que se fomentara desde la misma estructura, que en algunos modelos de biblioteca nos consta que ya se tiene muy presente. El otro día compartíamos una cita de Angela Clarke muy acertada a este respecto en que hablaba de la biblioteca como un puerto y como un lugar para los vulnerables. También de las bibliotecas como un servicio público (en peligro) que va mucho más allá de los libros.
En otras entrevistas y artículos de prensa he leído que abogáis por una “cultura libre para desarrollar nuevos modelos de negocio editorial basados en la libre circulación de contenidos”. ¿Qué radiografía hacéis del sector a día de hoy?
Pues bastante poco innovador en este sentido. Las grandes editoriales siguen abogando por la cultura copyright y no demasiado abiertas a experimentar con otras licencias y, sobre todo, con otros modelos de distribución que la cultura libre propiciaría. Bien es cierto que, más allá de las experiencias que ya conocemos, tampoco en el sector independiente se avanza demasiado en ese campo, más allá de decidirse a utilizar licencias fuera del “todos los derechos reservados”. ¡Bastante tienen con sobrevivir como sellos!
¿Librotea es el bookcamping mainstream?
De entrada se nos ocurre una diferencia fundamental, que es que en Bookcamping le hemos dado siempre mucho valor a generar comunidad, lo que no parece posible en Librotea. Así como que sean las usuarias las que gestionen la biblioteca, y de esa manera sea algo construído entre muchas. Librotea apuesta por conectar lectores con tiendas o librerías digitales muy concretas. Nosotras tratamos de investigar algo en este sentido pero, ¡no nos da la vida! Si que es verdad que hay ideas (estanterías, listas comisariadas) de Librotea inspiradas claramente en Bookcamping.
Para conocer un poco más a nuestras invitadas terminamos la entrevista con unas preguntas sobre sus gustos. ¿Nos recomendáis un libro?
M: “Here” de Richard McGuire.
S: El que estoy leyendo ahora: «La mano izquierda de Peter Pan», de Silvia Herreros de Tejada.
¿Y una película?
M: Tiene un par de años, pero es la última que recuerdo que me haya impresionado “Ex machina”.
S: Es lo menos actual del mundo, pero es que hace poco la volví a ver y me dejó de nuevo con la boca abierta: «La edad de la inocencia», de Martin Scorsese.
Vuestra serie favorita de tv
M: Unas cuantas, jajaja. Recientes, «The Leftovers» o «Better Things».
S: Ufff…¡qué difícil! Apostaría por un poco de humor, tal y como va el mundo: «Community» o «Portlandia».
Una canción (grupo o artista)
M: Yo estoy últimamente muy fascinada con Kate Tempest.
S: Me encanta Moderat, los días de furia.
¿Una aplicación móvil que uséis o hayáis descubierto recientemente?
M: De móvil no se me ocurre ninguna, de IPad me maravillaron Device 6 y Year Walk de un estudio sueco que se llama Simogo.
S: Pues ahora estoy con las de control de fertilidad, como Flo o Whoom. ¡Para un público muy específico! Y la app de Netflix, claro, reciente reina de la casa.
¿Alguna reflexión, anécdota o idea que nos queráis contar para finalizar?
Que es difícil sostener proyectos colectivos en el maremagnum de trabajos precarios que tenemos, pero, que, aún así, andando el tiempo, nos sigue apeteciendo mucho hacer cosas juntas como colectivo, lo cual, sin duda, es una alegría. Seguiremos maquinando…